ESTILOS DE APRENDIZAJE Y ESTILOS DE
ENSEÑANZA
Propuesta para realizar en los colegios jornadas de actualización docente a bajo costo
PROPONENTES
Félix Bustos Cobos
Camilo Ernesto Bustos Barrera
OBJETIVO:
Actualizar a los docentes de
la Educación Básica Primaria y Secundaria y a los de la Educación Media para
que adecúen sus formas de enseñar en función de la exploración o el diagnóstico
de los estilos de aprendizaje que tengan sus estudiantes.
JUSTIFICACIÓN:
En el Decreto 1290, de abril del 2009 el Ministerio de Educación
Nacional de la República de Colombia establece: “ARTÍCULO 3. Propósitos de
la evaluación institucional de los estudiantes. Son propósitos de la evaluación
de los estudiantes en el ámbito institucional: 1. Identificar las
características personales, intereses,
ritmos de desarrollo y estilos de
aprendizaje del estudiante para valorar sus avances” (las negrillas son
nuestras). También en la ley General de Educación (Ley 115 de 1994) se insiste
en tener en cuenta las diferencias individuales para el aprendizaje y la
formación integral de los estudiantes. Lineamientos estos que se plasman en las
políticas de inclusión educativa en las recomendaciones para la elaboración de
los planes de mejoramiento institucional.
De otra parte, existe en el país una preocupación cada vez mayor por
mejorar cada día más el rendimiento académico de nuestros estudiantes, medido
este por medio de las pruebas nacionales (ICFES y SABER) y por las pruebas internacionales.
Ahora bien, una situación preocupante que se ha venido presentando en
el país con respecto al primer punto anotado antes es el uso que algunas
personas están haciendo de cuestionarios para diagnosticar los estilos de
aprendizaje sin cumplir con los requerimientos de validez predictiva, validez
estadística de constructo, índice de preferencia de los ítems (popularidad) e
índice de discriminación en las poblaciones donde se vayan a utilizar los
resultados para asignar recursos financieros y humanos necesarios para toma de
decisión adecuada según cada circunstancia institucional involucrada. ¿Es
posible diagnosticar, midiendo
técnica y profesionalmente, los estilos de aprendizaje de una persona, haciendo
uso de cuestionarios, sin tener datos reales de los correspondientes parámetros estadísticos de la medición
con el cuestionario utilizado, en la forma utilizada, en la muestra poblacional
específica a la cual pertenezca la persona? Sin duda alguna que la respuesta es
¡no, no es posible![1]. Sin
embargo, sí es posible realizar exploraciones
de mediciones para establecer al menos, en un futuro, los correspondientes
índices de discriminación de los ítems que conforman el cuestionario, los
coeficientes de confiabilidad en las partes homogéneas del cuestionario, el
coeficiente de confiabilidad total del cuestionario, e índice de validez
predictiva estadísticamente comprobable. Todo lo anterior y otras mediciones en relación con las poblaciones locales y
posteriormente regionales donde se vayan a emplear los cuestionarios
constituyen exigencias técnicas que debemos cumplir, nos agraden o no los
procedimientos estadísticos. Utilizar parámetros de otras poblaciones
diferentes a la que pertenezca la persona a quien se le elabore el diagnóstico
y sin que al usuario del servicio se le informe es, por lo menos, un acto
profesionalmente irresponsable de parte de quién se atreva a utilizar
instrumentos de evaluación sin seguir los
procedimientos estadísticos recomendados para el uso de cuestionarios, tests,
encuestas o cualquier otro tipo de instrumento de medición conformado por ítems
donde la persona tenga que escoger o responder afirmativa o negativamente en
relación con algunas alternativas que se le propongan. Intentar aquí
reemplazar esas exigencias técnicas por la sola “validez de contenido”
constituye sin duda o bien un error por ignorancia de quienes lo propongan o,
incluso, algo más grave, un engaño por saber que esa condición no es suficiente
aunque sea necesaria desde un punto de vista teórico, más no así desde un punto
de vista pragmático, donde lo que se busca es saber si para la población
específica involucrada en el diagnóstico sí es posible afirmar, con un mínimo
nivel de error demostrable estadísticamente (zona alfa en las pruebas
estadísticas) que las correlaciones, asociaciones y predicciones hechas sí se
cumplen o no en cada caso particular donde ellas sean postuladas.
Un punto complementario al
anterior es sin duda reconocer que de nada sirve diagnosticar, o en su defecto,
explorar, los estilos de aprendizaje si a los docentes no se les proporcionan las
herramientas y las recomendaciones correspondientes para mejorar sus prácticas
docentes en función de los estilos de aprendizaje detectados en sus
estudiantes.
[1] GUILFORD, J. P. (1965): Fundamental statistics in psychology and
education. Fourth Edition. International student edition. McGraw-Hill Book:
New York, San Francisco, ST Louis, Toronto, London, Sydney, Tokyo. Pp 439
Cómo puedo hacer para adquirir un libro suyo en donde trata sobre experiencias vivenciales. Gracias.
ResponderEliminar